Época: UnidadGrecia
Inicio: Año 350 A. C.
Fin: Año 323 D.C.

Antecedente:
Unidad de Grecia
Siguientes:
La sucesión de Filipo
Alejandro y los griegos de Asia
La cuenca mediterránea
Mesopotamia e Irán
Muerte de Darío III
La sucesión de Darío
Alejandro, déspota oriental
Orientalización y helenización
Polis y sistemas tributarios
Divinización del poder
Mito de Alejandro
Proyección historiográfica del mito
Elementos de la nueva realeza
Griegos y bárbaros
Alejandro y la posteridad



Comentario

A la muerte de Filipo, Macedonia se había extendido hasta el mar Negro, conquistando buena parte de Tracia, y había ocupado Tesalia, mientras que el resto de la Hélade y del Epiro aparecían como estados aliados o vasallos. Al heredar Alejandro el trono macedonio contaba pues con un excelente punto de partida para alcanzar su máximo objetivo: la conquista de Asia. En la primavera de 334 a.C. Alejandro partía de Macedonia, avanzando hacia Tracia y alcanzando las costas de Asia Menor, donde se produjo el primer enfrentamiento con los persas en la batalla de Gránico. La victoria permitió al macedonio continuar su avance hacia Lidia, ocupando las ciudades de Mileto y Halicarnaso. Las regiones de Caria y Frigia cayeron en sus manos. Tras cortar el famoso nudo en Gordión, la Capadocia y Cilicia serán ocupadas antes de producirse una segunda batalla decisiva, la de Issos donde Alejandro bate a Darío de manera contundente. La decisión del monarca macedonio será descender hacia Siria para tomar Tiro y Sidón, sirviendo de cabeza de puente para la conquista de Egipto, donde fundará la famosa Alejandría. Tras visitar el oráculo de Amón se embarcará en la toma de Mesopotamia, produciéndose la definitiva batalla de Gaugamela donde Darío será contundentemente derrotado. Susa y Persépolis caerán bajo su dominio, estableciendo el próximo objetivo en las satrapías superiores: Bactriana y Sogdiana. Los territorios más septentrionales del Imperio Persa eran ocupados en el año 328 y desde allí Alejandro descendió hasta la India, alcanzando el Indo.
Tras ocho años alejadas de Grecia, las tropas presentan sus primeras muestras de cansancio por lo que se impone el regreso desde Patala. Alejandro dirigía el cuerpo de ejército por tierra mientras Nearco costeaba con una flota hasta llegar al golfo Pérsico. El rey macedonio llegó otra vez a Persépolis y a Babilonia, donde falleció el 30 de junio de 323 a.C. antes de cumplir los 33 años.